En las favelas y zonas periféricas, disponer de espacios para el desarrollo personal, la educación y la ciudadanía es decisivo para unas vidas tan afectadas por la falta de oportunidades. Cuando pensamos en acoger a niños y jóvenes con discapacidad, la cuestión se vuelve aún más delicada y desafiante. La historia de Alex Abraão, autista, muestra la transformación que puede traer un espacio preparado para acoger e incluir.
El atleta de 26 años conoció Luta pela Paz a los 10 años, en busca de actividades más allá de la escuela. Entre idas y venidas a la institución, tuvo que lidiar con situaciones de violencia dentro y fuera del ambiente escolar, bullying y agresiones físicas motivadas por prejuicios. Estas y otras situaciones de rechazo hicieron vulnerable su salud mental, desencadenando una alerta para buscar otras formas de cuidar de sí misma.
Animado a desarrollarse por su cuenta, Alex volvió a Luchemos por la Paz cuando tenía 16 años y conoció Maré Unida, un proyecto que se desarrolla en la Academia LPP de Maré, un espacio acogedor e inclusivo, muy diferente de los otros lugares que frecuentaba.
"Cuando intentaba entrar en otros gimnasios, me juzgaban, me decían que no podía entrar [en ese espacio] porque no podrían enseñarme correctamente", cuenta Alex, sobre cómo la mayoría de los centros deportivos no están preparados para acoger a estudiantes con discapacidad.
Alex empezó a practicar Jiu-Jitsu y contó con el apoyo de la clase y de su profesor, Shaolin. "Aquí conseguí cosas que no conseguí en ningún otro sitio, como una fiesta sorpresa, por ejemplo. Cuando perdí mi primer combate, todos me apoyaron para que no me rindiera y cuando gané mi primer combate, todos lo celebraron conmigo", dice el ahora atleta de Judo.
Esta determinación, contada a través de los poemas que escribe para expresarse e inspirar a los demás, le ha convertido en consejero juvenil de Luchemos por la Paz en la legislatura de 2021. Esta determinación, contada a través de los poemas que escribe para expresarse e inspirar a los demás, le ha convertido en consejero juvenil de Luchemos por la Paz para el mandato de 2023.
"Hoy sólo soy un ser humano que anima a otros seres humanos a través de mi poesía. Quiero hacer fuerte a la gente que pasa por lo que yo pasé. A veces podemos hacer daño aunque ayudemos [sobre el capacitismo]. Mi fuerza está inspirada y mi fe continúa. Sé que soy lo bastante fuerte para seguir adelante con mi vida", concluye.
El proyecto Maré Unida está dirigido por Luta pela Paz con el patrocinio de Petrobras, a través del Programa Socioambiental Petrobras, mediante la Ley de Incentivo al Deporte del Gobierno del Estado de Río de Janeiro, a través de la Secretaría de Deporte y Ocio.