Los residentes de un barrio, cuando comparten un contexto social, historias de lucha, valores y principios, se reconocen como una comunidad, y vivir en comunidad significa practicar el autocuidado y estar atentos para promover el cuidado de los demás. Con esta red de acogida en mente, la metodología de la Comunidad de Cuidados pretende promover la ciudadanía y la protección de los niños y adolescentes que viven en zonas afectadas por la violencia que repercute en la salud mental, así como compartir con los residentes la importancia de unirse para defender y reclamar derechos.
Con el objetivo de difundir cada vez más la construcción colectiva de la acogida en los territorios de Saboya (São Paulo), Jardim Centenário y Parque São Miguel (Guarulhos), el eje de Apoyo Social de Comunidade Segura, proyecto realizado por Luta pela Paz en colaboración con Petrobras, realizó del 10 al 14 de junio el curso Comunidade de Cuidado - formación de una red formada por diferentes profesionales y actores locales para trabajar en la promoción del cuidado y la acogida en los territorios.
"Durante el curso y a partir de los diálogos compartidos, los participantes informaron que, como resultado de la formación, además de la corresponsabilidad hacia los demás, pudieron practicar el autoconocimiento y el autocuidado", afirma Daniela Santos, Coordinadora del Pilar de Apoyo Social del proyecto Comunidad Segura.
Participantes en las reuniones del curso "Community of Care
¿Cómo funciona en la práctica la Comunidad Asistencial?
En la formación, la práctica del cuidado se entiende tanto como contenido como método, con actividades teóricas y prácticas diseñadas para fomentar el fortalecimiento de los vínculos entre los participantes. A lo largo de cinco encuentros, los participantes serán capacitados en temas centrales como: el reconocimiento de la comunidad de atención y su área de actuación; la identificación de las necesidades de atención; el impacto de los factores de riesgo en niños y adolescentes; la promoción de estrategias de atención; la acogida; la escucha para promover la atención individual y colectiva y la importancia del trabajo en red.
"El curso fue importante para que la zona promoviera la prevención de enfermedades, la promoción de la salud y la identificación de casos que necesitan vías de atención más específicas. La red y/o Comunidad de Cuidados no está formada sólo por los establecimientos de salud, sino por los actores presentes en la comunidad, ya sean residentes, agentes de enlace comunitario, profesionales de la salud, trabajadores sociales, educadores, consejeros de salud y tutela y otros. El curso pretende integrar a estas personas en un colectivo que se vea y se entienda a sí mismo como perteneciente a esta red de cuidados mutuos", afirma Graziela Brianeze, trabajadora social del eje de apoyo social de Comunidade Segura.