Durante el último año y medio, 12 jóvenes de las comunidades de Nova Savoy, en la Zona Este de São Paulo, y Jardim Centenário y Parque São Miguel, en Guarulhos, se han unido en torno a un único objetivo común: ser los representantes de la voz de todos los jóvenes de sus barrios, en busca de una comunidad más segura e inclusiva para todos.
A través de las actividades del proyecto Comunidade Segura (Comunidad Segura), fruto de una asociación entre Luta Pela Paz y Petrobras, estos jóvenes han podido participar en diversas actividades dirigidas a su desarrollo, ya sea mediante la oferta de actividades deportivas gratuitas o la formación ciudadana para el liderazgo juvenil y la movilización comunitaria.
Dentro de los cursos de formación de líderes juveniles, los principales temas trabajados fueron la movilización territorial, la importancia de que los jóvenes ocupen espacios de decisión y poder, el protagonismo juvenil en la favela y su potencial, así como la comunicación de riesgos sobre los corredores de oleoductos que atraviesan sus comunidades.
Juliana Machado, coordinadora de la Alianza Eje de Lucha por la Paz, joven líder del Complexo da Maré y referencia en movilización territorial y juvenil, pudo acompañar el desarrollo de estos 12 jóvenes movilizadores a través de actividades presenciales y a distancia:
"Fue un desafío. El proyecto Comunidade Segura se desarrolla en un territorio totalmente nuevo para mí, con exigencias muy diferentes a las de Maré, donde nací y sigo viviendo. Además, debido a la pandemia que sufrimos en 2021, al principio del proyecto empezamos a trabajar con actividades 100% a distancia. Tuvimos la suerte de encontrar jóvenes que nos acogieron muy bien a nosotros y a la Lucha por la Paz en general. En muy poco tiempo, ya empezamos a ver el desarrollo de cada uno de los jóvenes, incluso de los más tímidos. Estoy muy contento de ver incluso a los que eran menos extrovertidos al principio haciendo presentaciones públicas con facilidad. Mientras tanto, otros que veían sus territorios desde el punto de vista de la carencia, de la ausencia, han empezado a ver el potencial y las nuevas posibilidades que surgen de ellos. Aprendí mucho durante este periodo y sigo aprendiendo con los jóvenes".
Como resultado de estos encuentros e intercambios, además del desarrollo personal de cada uno de ellos, los jóvenes empezaron a conocer mejor los cinturones de oleoductos y a interesarse por la producción de contenidos de comunicación sobre los riesgos de estas zonas, así como las buenas prácticas en estos entornos - además de implicarse en la comunicación comunitaria para eventos y actividades de Comunidade Segura.
La joven movilizadora Alicya Barbosa afirma que participar en estas actividades le ha proporcionado experiencias únicas e inimaginables. "Amplió mi mente y mi percepción de la zona donde vivo. Conocí a gente increíble con historias sensacionales. Muchas de ellas se han convertido en verdaderos referentes para mí". La joven dice también que ha llegado a observar mejor las "cosas positivas" de su territorio, así como las "cosas negativas" desde otro ángulo. "Ya no con una mirada condenatoria, sino pensando en cómo podría ayudar, mejorar nuestra realidad". Los encuentros, cursos y talleres que tuvieron lugar en el transcurso del proyecto fueron muy enriquecedores para mi vida personal y profesional. Estoy muy agradecida por haber sido una de las seleccionadas para este hermoso proyecto, que aporta tanto a la vida de cada participante. Me gustaría dar las gracias a todos por su paciencia, atención y afecto. Espero que esto sea sólo el principio de nuestra colaboración.