En septiembre, los jóvenes movilizadores del proyecto Comunidad Segura, con metodología implementada por Luta Pela Paz y apoyo de Petrobras a través del Programa Socioambiental Petrobras, realizaron visitas de campo a las comunidades de Nova Savoy (São Paulo), Jardim Centenário y Parque São Miguel (Guarulhos), donde se encuentran las fajas de ductos operados por Transpetro, para analizar los riesgos de ocupar determinados territorios.
El proyecto Comunidad Segura trabaja en tres líneas estratégicas de actuación: Movilización; Formación y Asistencia, con el objetivo de promover el fortalecimiento de los diferentes actores sociales en los territorios. La movilización se centra en la concienciación sobre la importancia de preservar los corredores de oleoductos, así como en el fortalecimiento de la autoestima de los jóvenes residentes en los territorios en los que viven.
Las reuniones con los movilizadores han sido muy valiosas para identificar el potencial de las comunidades y la percepción de la importancia del protagonismo juvenil en estos territorios.
"A través del proceso de los talleres van reconociendo sus capacidades y potencialidades, convirtiéndose en protagonistas de sus propias historias. La movilización contribuye positivamente al proceso de desarrollo personal y a la constitución de estos jóvenes como sujetos, posibilitando otras posibilidades de cómo ser, estar y actuar en un mundo en el que, lamentablemente, los jóvenes no son escuchados", afirma Juliana Machado, coordinadora de Liderazgo Juvenil y Desarrollo Personal de Luchemos por la Paz.
Richard Rodrigues, residente de 17 años del Parque São Miguel, dice que siempre le ha gustado ayudar a la gente y cree que Lucha por la Paz, a través del proyecto Comunidad Segura, lo hace muy bien, ya que le ha ido mostrando formas de descubrir quién es y cómo puede ayudar a la comunidad en la que vive.
"Los principales retos a los que nos hemos enfrentado son la lenta velocidad de Internet o los limitados datos móviles a los que tenemos acceso los jóvenes. Por eso, muchos de los participantes no pueden dejar la cámara encendida durante nuestras reuniones virtuales o incluso descargar un vídeo. La falta de ordenador o teléfono móvil también es una constante, por lo que tienen que pedir uno prestado para participar en los talleres. Sin embargo, la participación del grupo nos ha sorprendido cada vez más. Intentamos presentar herramientas digitales que consuman pocos datos y animarles a hablar y reflexionar sobre sus espacios a través de dinámicas de grupo en línea", explica Rogério da Silva, educador social de Luta pela Paz.
La expectativa es que, tras los talleres, movilicen a otros jóvenes para que ejerzan sus capacidades de liderazgo dirigidas a reforzar sus vínculos territoriales e identitarios. Creemos que son ellos quienes, mejor que nadie, llevan dentro la esperanza y la solución a los principales problemas de sus comunidades.